WASHINGTON. El Gobierno de Estados Unidos acusó hoy a las autoridades sirias, con la ayuda de Rusia, de intentar borrar pruebas del presunto ataque con armas químicas sobre la localidad de Duma,
que tuvo lugar el pasado 7 de marzo.
que tuvo lugar el pasado 7 de marzo.
“Tenemos razones para creer que funcionarios rusos están trabajando con el régimen sirio para sanear el lugar”, sostuvo la portavoz del Departamento de Estado, Heather Nauert, durante su rueda de prensa habitual.
La representante estadounidense aseguró que esta afirmación se basa en “informes” de “inteligencia” y de “personas sobre el terreno”, y agregó que, además, los supervivientes del ataque están siendo presionados tanto por Damasco como por Moscú para que cambien sus declaraciones iniciales.
Nauert lamentó que, “doce días después del ataque”, aún no hayan podido acceder a Duma los inspectores de la Organización para la Prohibición de Armas Químicas (OPCW), lo que podría obedecer, dijo, al deseo del Gobierno sirio de poner en duda los resultados de su pesquisa.
“Cuanto más tiempo pase en realizarse una investigación sobre el terreno, más se podrían deteriorar las evidencias”, lamentó Nauert.
A pesar de que aún no se ha podido realizar una investigación independiente sobre el ataque sobre Duma, en el cual fallecieron decenas de personas con “síntomas relacionados con una exposición a químicos altamente tóxicos”, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), Washington responsabiliza del ataque a las fuerzas gubernamentales.
De hecho, Estados Unidos ejecutó el pasado viernes, junto con Francia y Reino Unido, un ataque sobre Siria en el se lanzaron 105 misiles sobre tres presuntas instalaciones gubernamentales en las que se producían y almacenaban armas químicas.