Washington, 3 oct (EFE/Alfonso Fernández).- El presidente estadounidense, Donald Trump, rechazó hoy como “aburrida” y “falsa” la investigación del diario The New York Times, que asegura que construyó una parte importante de su fortuna gracias a prácticas fiscales dudosas y fraudulentas.
Trump describió el artículo, aparecido este martes, como “una pieza de ataque muy vieja, aburrida y contada a menudo”, en un mensaje en Twitter.
“Sumadas, el 97 % de sus noticias sobre mí son negativas”, agregó el mandatario sobre el periódico, al que cita habitualmente como la punta de lanza de los “Medios de Comunicación Falsos”.
La exhaustiva información del rotativo muestra que, junto con sus hermanos, el magnate creó una empresa falsa para esconder millones de dólares procedentes de sus progenitores y tasó por debajo de su valor real los activos del negocio inmobiliario de su padre para evitar el pago de grandes cantidades de impuestos cuando se hicieron con él.
En total, The New York Times calculó que Fred y Mary Trump, los padres del presidente, transfirieron a sus hijos una fortuna de más de 1.000 millones de dólares por la que apenas pagaron al fisco 52,3 millones, frente a los cerca de 550 millones que hubieran debido aportar por el impuesto de sucesiones.
En una rueda de prensa, la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Sanders, insistió hoy en que se trata de un “ataque totalmente falso” y “altamente difamatorio” contra Trump.
El periódico, que ha analizado un amplio archivo de declaraciones de impuestos y otros documentos en la década de 1980 y 1990, destacó además que a lo largo de los años Trump recibió de su padre el equivalente a más de 413 millones de dólares, lo que contradice sus repetidas afirmaciones de que es un multimillonario hecho a sí mismo.
Fred Trump, quien falleció en 1999, fue un exitoso constructor neoyorquino que hizo su fortuna con el desarrollo urbanístico en varios barrios de Nueva York, como Brooklyn o Queens, imperio que posteriormente se dedicó a gestionar su hijo Donald.
El mandatario ha repetido una y otra vez que su riqueza se debe a su propia destreza empresarial, y suele recordar la historia de cómo convirtió un pequeño préstamo de un millón de dólares de su padres en una fortuna de 10.000 millones de dólares.
Ante la revelación del diario, el Departamento de Impuestos de Nueva York anunció que “está revisando las alegaciones y está analizando seriamente todas las vías apropiadas de investigación”, dijo el portavoz de este órgano, James Gazzale, que eludió dar más detalles.
Esta oficina tiene poder para imponer multas y castigos por violaciones de las normas y puede enviar casos a la Fiscalía para iniciar procedimientos penales.
Sin embargo, parece que en el caso de Trump, a priori, cualquier responsabilidad penal habría prescrito, dado que las supuestas irregularidades se remontan a décadas pasadas.
En un comunicado, un abogado que representa a Trump, Charles J. Harder, replicó al periódico que las acusaciones de “fraude y evasión fiscal son falsas al cien por cien” y “extremadamente inexactas”.
Según Harder, Trump había delegado todas estas tareas a familiares y profesionales, y prácticamente nunca se ocupó de cuestiones fiscales.
Las dudas sobre las prácticas fiscales de Trump no son nuevas, pues ya durante la campaña presidencial de 2016 aparecieron informaciones acerca de maniobras financieras para evitar el pago de impuestos.
A diferencia de otros presidentes, Trump se ha negado a hacer públicas sus declaraciones de impuestos.
El propio mandatario, en plena campaña electoral, se jactó de haber “utilizado de manera brillante” la legislación estadounidense para “no pagar más impuestos de los legalmente requeridos” durante su época como empresario.
De acuerdo a la última lista de la revista Forbes, la fortuna de Trump se mantiene en torno a los 3.100 millones de dólares. EFE