El juicio a Joaquín “El Chapo” Guzmán arrancó el martes con los argumentos de la Fiscalía, que dice que probará que el mexicano distribuyó toneladas de droga en EE.UU, mientras que la defensa acusó al actual presidente de México y al anterior de recibir “sobornos” del narcotraficante Ismael Zambada García.
Tras iniciarse el juicio con retraso para elegir a dos nuevos miembros del jurado, el fiscal Adam Fels dijo que presentará documentos, fotos de cargamentos confiscados, mensajes de texto e incluso un video en el que se exhibe cómo Guzmán interrogaba a sus rivales del cartel de Sinaloa, que dirigió durante 20 años, y que luego ordenaba que fueran asesinados.
Por contra, la defensa del Chapo trató en su réplica de desacreditar los argumentos de la Fiscalía y descargó las acusaciones en el narcotraficante Zambada García, de quien los letrados recordaron que “nunca ha estado en prisión” y que, pese a su vida delictiva de 40 años “aún está en libertad” ya que pagó “al actual y al pasado presidente de México cientos de millones de dólares en sobornos”.
Antes, el fiscal Fels hizo un recuento a los doce miembros del jurado de la vida delictiva de Guzmán Loera, de quien dijo comenzó vendiendo marihuana en la década de 1970 y se hizo de una reputación construyendo túneles en la frontera entre México y EE.UU para llevarla de forma más rápida a este país.
Por esa razón, afirmó, ya no es el Chapo, sino “el rápido” por la forma sin prececentes en que logró traer y distribuir la droga a EE.UU., donde creó centros de distribución del cartel en Los Ángeles, Nueva York y Chicago, y de ahí a otras plazas. Afirmó que también negoció con carteles colombianos para distribuir su cocaína en EE.UU.
Aseguró que durante el periodo en que construyó su imperio, se valió de barcos, aviones y hasta submarinos y creó un sofisticado sistema de comunicaciones con mensajes encriptados para no ser descubiertos por el Gobierno.
Sin embargo, aseguró que el Gobierno de EE.UU logró interceptarlos y grabarlos, evidencia que será presentada en el juicio.
Guzmán, extraditado en enero de 2016 a EE.UU y en máxima seguridad desde entonces, se ha declarado no culpable de once cargos de narcotráfico, el principal de mantener una empresa criminal continua, de portar armas y blanqueo de dinero producto de ese tráfico.
Fels indicó además en la presentación de los argumentos que el Chapo se armó de un ejército que lo protegía y que para mantener el control del cartel “enviaba asesinos para liquidar competidores” y que “libró una guerra” contra quienes habían sido por mucho tiempo sus socios, incluso contra sus propios primos.
También dijo que Guzmán usó de su dinero para pagar a policías y militares en México para obtener granadas, lanzagranadas y rifles de asalto que usó para mantener su “guerra” por el control del mercado.
Dijo que presentarán testigos, personas que estuvieron con Guzmán y rivales, para probar todos los delitos cometidos, entre 1989 y 2014, de los que le acusan.
Por su parte, la defensa del Chapo arremetió contra los testigos del Gobierno de EE.UU., alegando que no son creíbles porque son “criminales” y se han negociado visados y reducciones de condena.
Jefrrey Lichtman, uno de los abogados de Guzmán, dijo además que uno de los motivos de este juicio es que su cliente “es un trofeo deseado por mucho tiempo” por el Gobierno de EE.UU.
También dijo que el verdadero jefe del cartel de Sinaloa es Ismael Zambada García, fundador del cartel con el Chapo, de quien dijo ayudó a escapar a su cliente.
Destacó que Zambada García “nunca ha estado preso, nunca ha estado en prisión” y que pese a su vida delictiva de 40 años “aún está en libertad” y que ha pagado “al actual y al pasado presidente de México cientos de millones de dólares en sobornos”.
El juicio contra Guzmán, que comenzó hoy con retraso de cinco horas para elegir a dos nuevos jurados, continúa mañana en la corte de Brooklyn.