Santo Domingo. – La Fundación Global, Democracia y Desarrollo (FUNGLODE), la ONG del ex presidente Leonel Fernández, quien gobernó los cuatrienios 1996-2000, 2004-2008 y 2008-2012, debe de dar explicaciones al Estado dominicano y a la ciudadanía por el uso no autorizado e irregular de datos personales de estudiantes para obtener dinero de entidades públicas.
FUNGLODE, que, desde su irrupción a la luz pública al término del primer mandato de Leonel Fernández, en el año 2000, ha experimentado un crecimiento notable, creó su propia entidad de estudios superiores, el IGLOBAL (Instituto Global de Altos Estudios en Ciencias Sociales).
En el IGLOBAL se imparten diplomados, maestrías y otras modalidades de estudios especializados. En esta entidad cursó una maestría la joven abogada Fernanda Frías, en Derecho Constitucional y Libertades Fundamentales.
Años después, la licenciada Frías se entera de que sus datos personales han sido usados por IGLOBAL y FUNGLODE para obtener dinero de una entidad estatal, la Lotería Nacional, cuando estaba bajo la administración de José Francisco Peña Tavárez, hijo de José Frank Peña Guaba, presidente del partido Bloque Institucional Socialdemócrata (BIS), aliado del PLD afín a la corriente del presidente Leonel Fernández.
La abogada Frías, haciendo uso de sus derechos cívicos y de sus conocimientos de las leyes, se ha empeñado en limpiar su nombre de este escándalo, pues no fue consultada para usar su nombre, no lo autorizó ni tampoco hizo los estudios que utilizó de argumento FUNGLODE/IGLOBAL para obtener cerca de medio millón de pesos de los fondos de la Lotería Nacional.
Según ha narrado la joven abogada, tanto en FUNGLODE como en IGBLOBAL no han podido darle una explicación satisfactoria sobre los hechos, no le han dado una certificación que deje claro que ella nada tuvo que ver con la solicitud de dinero público.
Con el cambio de administración en la Lotería Nacional, ahora a cargo del señor Miguel Mercedes, la abogada Frías recibió un mejor trato y logró obtener parte importante de la documentación sobre la irregular y no autorizada solicitud de fondos de IGLOBAL/FUNGLODE a su nombre.
Como ha expuesto Fernanda Frías, de este escándalo fueron debidamente informados la Dirección General de Ética e Integridad Gubernamental (DIGEIG), la Procuraduría Especial para la Persecución de la Corrupción Administrativa (PEPCA) y la Fiscalía del Distrito Nacional. Ninguna de esas entidades le prestó la debida atención a la ciudadana que ha sufrido una clara violación de sus derechos de parte de una entidad privada en la que depositó su confianza.
Pero, más allá del grave daño ocasionado a la abogada Fernanda Frías, el Estado debe de interesarse en este hecho porque hay dinero de los contribuyentes de por medio.
Y, sobre todo, los directivos y ejecutivos responsables del IGLOBAL y de su institución sombrilla FUNGLODE, está emplazados a dar la cara, no solo para reparar el daño a la ciudadana Fernanda Frías, sino porque su creador, el tres veces presidente Leonel Fernández, aspira de nuevo a gobernar al pueblo dominicano. Y se supone que el más alto servidor público debe de poner el ejemplo de la transparencia, la pulcritud, la honradez y la honestidad.
FUNGLODE, que, desde su irrupción a la luz pública al término del primer mandato de Leonel Fernández, en el año 2000, ha experimentado un crecimiento notable, creó su propia entidad de estudios superiores, el IGLOBAL (Instituto Global de Altos Estudios en Ciencias Sociales).
En el IGLOBAL se imparten diplomados, maestrías y otras modalidades de estudios especializados. En esta entidad cursó una maestría la joven abogada Fernanda Frías, en Derecho Constitucional y Libertades Fundamentales.
Años después, la licenciada Frías se entera de que sus datos personales han sido usados por IGLOBAL y FUNGLODE para obtener dinero de una entidad estatal, la Lotería Nacional, cuando estaba bajo la administración de José Francisco Peña Tavárez, hijo de José Frank Peña Guaba, presidente del partido Bloque Institucional Socialdemócrata (BIS), aliado del PLD afín a la corriente del presidente Leonel Fernández.
La abogada Frías, haciendo uso de sus derechos cívicos y de sus conocimientos de las leyes, se ha empeñado en limpiar su nombre de este escándalo, pues no fue consultada para usar su nombre, no lo autorizó ni tampoco hizo los estudios que utilizó de argumento FUNGLODE/IGLOBAL para obtener cerca de medio millón de pesos de los fondos de la Lotería Nacional.
Según ha narrado la joven abogada, tanto en FUNGLODE como en IGBLOBAL no han podido darle una explicación satisfactoria sobre los hechos, no le han dado una certificación que deje claro que ella nada tuvo que ver con la solicitud de dinero público.
Con el cambio de administración en la Lotería Nacional, ahora a cargo del señor Miguel Mercedes, la abogada Frías recibió un mejor trato y logró obtener parte importante de la documentación sobre la irregular y no autorizada solicitud de fondos de IGLOBAL/FUNGLODE a su nombre.
Como ha expuesto Fernanda Frías, de este escándalo fueron debidamente informados la Dirección General de Ética e Integridad Gubernamental (DIGEIG), la Procuraduría Especial para la Persecución de la Corrupción Administrativa (PEPCA) y la Fiscalía del Distrito Nacional. Ninguna de esas entidades le prestó la debida atención a la ciudadana que ha sufrido una clara violación de sus derechos de parte de una entidad privada en la que depositó su confianza.
Pero, más allá del grave daño ocasionado a la abogada Fernanda Frías, el Estado debe de interesarse en este hecho porque hay dinero de los contribuyentes de por medio.
Y, sobre todo, los directivos y ejecutivos responsables del IGLOBAL y de su institución sombrilla FUNGLODE, está emplazados a dar la cara, no solo para reparar el daño a la ciudadana Fernanda Frías, sino porque su creador, el tres veces presidente Leonel Fernández, aspira de nuevo a gobernar al pueblo dominicano. Y se supone que el más alto servidor público debe de poner el ejemplo de la transparencia, la pulcritud, la honradez y la honestidad.