Según la acusación, de 30 páginas y leída por el fiscal Harry Díaz, funcionarios del Consejo de Seguridad, por ”órdenes impartidas” por Martinelli, “realizaron interceptaciones ilícitas de las comunicaciones de un número plural de ciudadanos” entre el 2012 y el 2014.
La violación de la intimidad se habría dado por medio de la interceptación de correos electrónicos, llamadas de teléfono, tarjetas de memoria, agendas telefónicas, audios y grabaciones de conversaciones confidenciales.
De acuerdo con Díaz, se habrían dado “actividades de espionaje político” sin autorización judicial y con recursos del Estado contra activistas, líderes sindicales y grupos organizados de la sociedad civil, lo que implicó “una violación constante y sistemática a la intimidad y a los derechos humanos”.
“Se estableció por parte del expresidente de la República Ricardo Alberto Martinelli Berrocal un aparato organizado de poder que actuaba al margen del Estado social y democrático de derecho”, sostuvo Díaz.
El fiscal solicitó para el exmandatario 21 años de cárcel: 4 por interceptación de telecomunicaciones sin autorización judicial, otros 4 por seguimiento, persecución y vigilancia, 10 por peculado y malversación y tres por agravante.
El exmandatario, de 66 años, fue extraditado a Panamá el 11 de junio desde Estados Unidos, donde estuvo encarcelado un año en una prisión federal de Miami, en la que residía desde el 2015 para eludir la Justicia panameña.
A las pocas horas de llegar a su país el expresidente manifestó sentirse mal, por lo que fue llevado a un hospital, donde permaneció ingresado varios días por hipertensión y arritmia.
Martinelli dice ser víctima de un montaje para inhabilitarlo políticamente.
Sus abogados han solicitado prisión domiciliaria por problemas de salud y han presentado innumerables recursos contra el proceso, todos ellos desechados por el juez de garantías, Jerónimo Mejía.
Multimillonario empresario de supermercados, Martinelli accedió al poder con el 60% de los votos y un discurso contra la corrupción, pero tras su paso por el gobierno acumula en la Corte una veintena de investigaciones por diferentes escándalos durante su administración. Una docena de sus ministros han estado detenidos.
“El caso de Ricardo Martinelli es uno de los más emblemáticos de gran corrupción”, expresó hace días al canal Telemetro Olga de Obaldía, presidenta de Transparencia Internacional en Panamá. “Tenemos que recordar que Transparencia Internacional incluyó a Martinelli en una lista de las personas más corruptas del mundo”, añadió De Obaldía.